Provoca rechazo posible fusión de entidades bancarias en España

Madrid, 4 sep (Prensa Latina) La eventual fusión entre los bancos Caixabank y Bankia fue rechazada hoy por la alianza izquierdista Unidas Podemos (UP), que comparte el Gobierno de coalición español encabezado por el socialdemócrata Pedro Sánchez.


Ante la profunda crisis desatada por el coronavirus SARS-CoV-2, ambas entidades anunciaron la pasada medianoche la posibilidad de unirse, una operación que, de concretarse, crearía el mayor prestamista de España con más de 650 mil millones de euros.


«Es una noticia preocupante para la economía española», afirmó el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, uno de los responsables económicos de UP.


En una serie de mensajes publicados en la red social Twitter, Álvarez advirtió que el estudio de fusión entre Caixabank y Bankia profundizará el oligopolio en el sector financiero y supondrá una mala noticia para la competencia del mercado y la propia estabilidad del sistema.


La crisis financiera pasada (2008-2013) «nos enseñó que tener entidades demasiado grandes para quebrar (lo que se conoce por too big to fail) genera importantes riesgos para la estabilidad del sector», enfatizó el dirigente.


Recordó que el Estado invirtió 24 mil millones de euros en sanear Bankia, rescatada en 2012 con dinero público, por lo que ese dinero -consideró- debería servir ahora para atender necesidades económicas generales, y no para mejorar la rentabilidad de otras entidades.


De ese monto, el Estado español, accionista mayoritario de Bankia con un 61,8 por ciento del capital, apenas recuperó hasta la fecha tres mil millones de euros, con lo que la posible fusión abre nuevas interrogantes sobre cuánto de ese dinero podrá ser retornado finalmente.


Álvarez señaló que las fusiones suelen tener importantes implicaciones sobre las plantillas y que el actual contexto, marcado por un alto nivel de desempleo, no es precisamente un buen momento para posibles despidos de trabajadores.


Por ello, insistió en desarrollar una banca pública eficiente para impulsar la modernización del tejido productivo español, en la cual, según su criterio, Bankia puede ser el embrión para ello.


«El Estado no debe abandonar su participación en el capital (de Bankia) reprivatizando la entidad», zanjó el secretario de Estado de Derechos Sociales.

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